Acrílico sobre lienzo
El camino de vuelta
Cualquiera que haya visitado El Rancho de la Miel en Jerez conoce esta vista de la salida por el carril de piedra. Yo le cogí un cariño especial cuando fui allí para recibir tratamientos de apiterapia. Tuve una lesión de hombro que parecía que ya no iba a mejorar más con la rehabilitación y me puse en manos de Carmen y el veneno valioso de las abejas. Cuando cogía el camino de vuelta eran los momentos en que empecé a notar el alivio de mis dolores y me encontraba más optimista. Ahora, estando completamente recuperada, recuerdo que esas citas de apiterapia no tenían nada que ver con las citas medicas. Normalmente soy reacia a acudir a citas medicas. No creo que a nadie le guste. Las citas de apiterapia eran muy diferente. Nunca me dolía y pasaba un rato agradable charlando con Carmen mientras me hacía varias técnicas diferentes. A estas citas iba con ilusión. Primero desayunaba en los bancos de picnic del restaurante, en medio de la naturaleza escuchando los gallos y rodeada de gallinas y pavorreales. Alguna vez se han subido uno o dos de ellos a hacerme compañía en el banco. Me encanta estar rodeada de naturaleza y animales y abundan en el rancho .
El camino de vuelta era agradable y el paisaje nunca era igual. Lo pinto como un camino rosa porque para mi lo es.
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